El equipo de economistas bonaerenses que encabeza Roberto Feletti advirtió que la aprobación del Régimen de Incentivo a las Grandes Inversiones (RIGI) consolidaría una Argentina centrada en la producción primaria del subsuelo y generaría una ruptura del pacto fiscal federal delineado por la Constitución de 1994. Alertan que traerá “reprimarización de la economía, extranjerización de activos y ruptura del pacto fiscal, más el riesgo de fragmentación territorial”.
La Plata, 04 Jun (Por InfoGEI).- En su habitual análisis de coyuntura, el grupo de economistas bonaerenses, además de señalar las inconsistencias del programa económico vigente y los peligros de la inserción internacional que lleva adelante Milei, alerta que el RIGI, pretende ofrecer a las provincias con riquezas hidrocarburíferas y minerales, recursos para financiar “proyectos de exploración, lo que a su vez les permitiría una mayor autonomía de los fondos federales”.
Tal proceso pondría en crisis el pacto fiscal acordado en 1994 por el cual las provincias de menor tamaño se integraban a la Nación a partir del aporte de la Pampa Húmeda, en particular de la provincia de Buenos Aires.
El distrito bonaerense, vale recordar, contribuye al PIB nacional con el 39% del producto bruto geográfico, pero solo recibe el 22% de los recursos nacionales coparticipados.
De ese modo, el régimen promocional de las grandes inversiones contribuiría a desnacionalizar los activos argentinos -que deberían ser el vector de un programa de desarrollo inclusivo- pero además profundizaría la fragmentación de las regiones argentinas al no integrarlas a un proyecto común.
Por otro lado, el informe correspondiente a mayo de 2024 sostiene que el programa de corto plazo que lleva adelante Luis Caputo, exhibe inconsistencias en el combate a la inflación, ya que la política de reducción de tasas de interés termina alentando las presiones devaluacionistas.
Los economistas de la provincia de Buenos Aires concluyen que la proyección de ese recorrido no permite augurar variables estables para los próximos trimestres.
Apoyo foráneo
En otro orden, el análisis destaca que los principales apoyos al programa de reformas estructurales provienen de los fondos de inversión internacionales acreedores de Argentina y de grupos empresarios locales con intereses en el sector energético, principalmente Panamerican Energy (Bulgheroni), Pampa Energía (Marcelo Mindlin) y TecPetrol (Techint).
En cuanto al resto del empresariado, los autores del trabajo, sostienen que la mayoría parece acompañar el proyecto de Ley Bases (con la expectativa de reducir costos y mejorar rentabilidad vía reformas laboral y tributaria) aunque con una excepción relevante: el complejo agroalimentario.
Distanciamiento del agro
El informe también revela que “el distanciamiento del agro” coincide con la pretensión de Milei de llevar a cabo un planteo refundacional del país por medio del cual el proveedor central de divisas pase a ser el conglomerado productor de energía y minería, mientras que el sector agropecuario quede, en este punto, en un segundo plano.
Este cambio en la generación de dólares implicaría modificar la inserción internacional de la Argentina, una reestructuración que es impulsada por la alianza de actores internacionales y locales que está detrás del gobierno de Milei: un bloque de poder conformado por agentes económicos transnacionales más empresas locales orientadas a la extracción de materias primas no agropecuarias.
Subordinación y pérdida total de autonomía
En definitiva, los economistas bonaerenses alertan que La Libertad Avanza promueve un proceso más amplio de subordinación que, de concretarse, implicaría la pérdida total de autonomía de la República Argentina.
En su intención de refundar el país, la administración de Milei aspira, además, a liquidar definitivamente el rol del Estado como distribuidor social y regulador de mercados. Eso instalaría al mercado como único asignador de recursos de la economía argentina.
Plan fuertemente recesivo
En relación al corto plazo, Luis Caputo eligió aplicar un plan fuertemente recesivo con el ajuste fiscal como ancla de los precios: la devaluación del 118% con una desregulación completa de los mercados produjo un desplome del consumo.
El diseño contractivo se completó con la supresión completa de la obra pública, la eliminación de las transferencias no automáticas a las provincias, la reducción de los subsidios económicos y el congelamiento de los presupuestos universitarios.
Inconsistencias
Sin embargo, las medidas llevadas a cabo por Caputo muestran una inconsistencia en la búsqueda de combatir a la inflación: la política de reducción de la tasa de interés de referencia, adoptada para diluir los ahorros en pesos, incentiva la inflación que se procura disminuir.
La baja en la tasa de interés ha provocado una laxitud monetaria que evoluciona más rápido que la acumulación de reservas internacionales brutas, lo que provoca una suba del tipo de cambio de paridad: esta tendencia refuerza las presiones devaluacionistas.
Por último, el grupo de economistas, más allá de su efectividad para transferir ingresos en perjuicio de los sectores populares, el programa de corto plazo de Caputo –si se proyecta su recorrido- no puede mostrar variables estables para los próximos trimestres. (InfoGEI)Ac