Por Mónica Galbo, promotora de PROHUERTA-INTA – Página de Facebook: Sostenibles
Lincoln, 05 Mar. (La Marca).- A partir de la pandemia hubo muchas personas que comenzaron a preguntarse ¿Qué comemos y como se produce eso que comemos?
¿Qué es la soberanía alimentaria?
La soberanía alimentaria es la capacidad que tenemos para decidir qué queremos comer y de qué manera. Es un derecho, el derecho a elegir qué comer, cuándo, y de qué modo se produce eso que comemos. La alimentación es un derecho humano.
No podemos cambiarlo todo ni hacerlo de hoy para mañana, lo que sí podemos, es trabajar para acercarnos lo más posible a la Soberanía Alimentaria.
Una de las formas más concretas de acercarnos a la soberanía alimentaria es la huerta en casa, la huerta familiar para producir alimentos sanos, lo que no significa que debemos producir todos los alimentos y no ir nunca más a la verdulería porque eso es imposible. Pero podemos, si, tener una pequeña huerta que nos provea algunos alimentos y de temporada.
La soberanía alimentaria es saber lo que producimos, saber lo que consumimos. El fin es que el alimento sea sano para el ser humano.
De entre las muchas realidades que la pandemia por el coronavirus ha dejado en evidencia, nuestros modos de producción y consumo de alimentos resplandecen como uno de los grandes temas a replantear. Si de verdad nos interesan el buen vivir y la economía sustentable y el comercio justo de alimentos como vías hacia una vida más equitativa y en condiciones de igualdad para todos y para todas, es ahora el momento de reconfigurar y poner en marcha este nuevo paradigma.
Producir con la idea de soberanía alimentaria como premisa amplía el significado de la producción y consumo de alimentos, que deviene así un concepto y una actividad integrales. La soberanía alimentaria hace resplandecer de manera muy concreta la vida comunitaria.
Este es un buen momento para comenzar, la temporada otoño-invierno.
Algunas cosas mas
¿Cómo comienzo la huerta?
Buscar un lugar donde tengamos entre 5 y 6 horas de luz solar y hacer un cerco para evitar que haya animales.
Vamos a preparar la tierra sacando yuyos y moviéndola,
Los canteros no deben ser más largos que nuestro brazo.
Es importante agregar un poco de compost para fertilizar.
Hay que seguir el calendario de siembra que nos indica lo que podemos sembrar según la temporada.
Colocar las semillas pequeñas en almacigo, podemos reciclar muchos tipos de envases y las semillas más grandes o que no soportan el trasplante van a siembra directa, es decir, las colocamos directo en el suelo, en su lugar definitivo.
Podemos empezar a acercarnos a la Soberanía Alimentaria, ¡Buenas siembras!