Por Mónica Galbo, promotora de PROHUERTA-INTA – Página de Facebook: Sostenibles
Lincoln, 20 Mar. (La Marca).- A pocos días del inicio del mes del compostaje retomo esta nota. Imitando a la naturaleza: ¿Qué es el compostaje?
Los seres humanos somos los únicos animales que generamos basura, esta no existe en la naturaleza. No somos lo suficientemente conscientes de la posibilidad de reincorporar esos materiales a los sistemas productivos. En la Naturaleza no existe la basura. Todo lo que los ecosistemas naturales producen se transforma, se recicla y se aprovecha. De esta forma, sus materiales se utilizan una y otra vez, mediante el ciclo de la materia orgánica. Gracias al trabajo de millones de organismos descomponedores y a su interacción con el agua y con la energía solar, los elementos que constituyen la materia orgánica vuelven a estar siempre disponibles. Aprendiendo de la naturaleza podemos aprovechar nuestros desechos orgánicos realizando compostaje. El compostaje es una forma natural de reciclaje que consiste en la transformación de la materia orgánica en abono natural. Es un proceso biológico llevado a cabo por micro-organismos de tipo aeróbico (con presencia de oxígeno), bajo condiciones de humedad, temperatura y aireación controladas, que permiten la transformación de residuos orgánicos degradables en un producto estable. Este proceso imita el ciclo de vida de la naturaleza: cuando las hojas de los árboles, ramas o excrementos caen sobre el suelo natural elementos como el agua, el aire, el calor y organismos vivos como larvas, gusanos e insectos, lo transforman en humus (compost), que alimenta nuevamente a los vegetales que a su vez alimentarán a otros animales.
Los residuos orgánicos (sustancialmente los restos de cocina y jardín) constituyen entre el 40 y el 50 % de los residuos urbanos.
El uso de una buena cantidad de compost en el jardín o en la huerta mejora considerablemente las características del suelo, optimizando la calidad del sustrato y principalmente la fertilidad de la tierra. Esto hace que los productos cultivados sean más sanos y que nuestra forma de cultivarlos sea más respetuosa con el medio ambiente.
La base de todo sistema agrícola sostenible es un suelo fértil y saludable.
La materia orgánica es uno de los más importantes componentes del suelo. Si bien nos imaginamos que es un solo compuesto, su composición es muy variada, pues proviene de la descomposición de animales, plantas y microorganismos presentes en el suelo o en materiales fuera del predio. Es justamente en esa diversa composición donde radica su importancia, pues en el proceso de descomposición, muy diversos productos se obtienen, que actúan como ladrillos del suelo para construir materia orgánica.
El compostaje proporciona la posibilidad de transformar de una manera segura los residuos orgánicos en insumos para la producción agrícola.
Vermicompost
El vermicompost es el proceso de compostar utilizando lombrices y microorganismos. Es un proceso eólico que termina en la estabilización de la materia orgánica. Al igual que el compost maduro, el producto final es materia orgánica, pero son las lombrices quienes realizan el proceso con ayuda de los microorganismos.
Lixiviado del compost
Corresponde al agua que drena, por la sobresaturación (exceso de humedad) del material, durante el proceso de compostaje. Este exceso de agua, sale del compost y puede colectarse. Contiene también nutrientes solubles y algunos microorganismos. Sin embargo, cuando el compost tiene exceso de agua, y aun está inmaduro, se generan zonas anaeróbicas, donde se producen compuestos como azucares que pueden dar lugar a ácidos y otros compuestos que pueden resultar tóxicos para las plantas (fitotóxicos). Cuando el lixiviado procede de compost fresco, generalmente el líquido tiene aspecto oscuro, pH ácido y tiene mal olor.
Este sábado, 23, estaremos en la plaza pública de General Pinto hablando de compost desde las 9:00 horas. Buenas siembras.