La industria pesquera atraviesa una profunda crisis provocada por una combinación de factores negativos: alta presión fiscal, un tipo de cambio poco favorable para la exportación y una caída en los precios internacionales. Como consecuencia, la flota tangonera congeladora se encuentra completamente inactiva. Según empresarios del sector, cada vez que un buque fresquero sale a navegar, pierde alrededor del 21 % de su facturación.
La Plata, 09 Abr (Por InfoGEI).-De acuerdo con datos del sector, Argentina ha dejado de exportar productos pesqueros por un valor estimado en 100 millones de dólares debido a la paralización de la flota.
La temporada de pesca de langostino en el Atlántico comenzó oficialmente el 17 de marzo, pero hasta ahora no ha zarpado ningún barco. Las empresas afirman que operar en las condiciones actuales les generaría pérdidas económicas.
Según consigna La Capital, en total, cerca de 100 embarcaciones tangoneras congeladoras permanecen amarradas en puertos clave como Mar del Plata, Puerto Madryn y Puerto Deseado, sin poder salir a trabajar.
En un comunicado conjunto, nueve cámaras empresariales del rubro advirtieron que la inactividad afecta no solo a las compañías armadoras, sino también a plantas de procesamiento, proveedores, trabajadores portuarios y toda la cadena logística del sector.
El escenario actual se ve agravado por un esquema impositivo que califican como “asfixiante”, un tipo de cambio que perjudica a los exportadores, precios internacionales en descenso y un marco laboral que consideran obsoleto, lo cual torna inviable la actividad.
Si bien el foco de la parálisis está en la flota congeladora, el sector fresquero, con base principal en Mar del Plata, también enfrenta una crisis estructural desde fines de 2023.
Las cámaras empresariales aseguran que “cada vez que un buque fresquero zarpa, pierde un 21 % de su ingreso bruto”. Y aunque este segmento no ha detenido por completo su actividad, ya se observa una desaceleración progresiva.
Barcos parados y fábricas cerradas
“En Mar del Plata, todos los días se detiene un nuevo barco, se cierra una planta de procesamiento o se ofrecen retiros voluntarios a los empleados. Si no se toman medidas urgentes, el sector se encamina hacia una parálisis total o incluso a su desaparición”, alertaron.
Frente a esta crítica situación, el sector pesquero exige al Gobierno de Javier Milei respuestas inmediatas, entre ellas una reducción en la carga impositiva y la actualización del marco legal laboral.
La crisis en números
Actualmente, la industria pesquera genera empleo directo para unas 46.000 personas e indirecto para otras 100.000. Se trata del quinto complejo exportador del país, con ventas al exterior por 1.981 millones de dólares en 2024. De ese total, alrededor de 600 millones corresponden al langostino, con destino principal en mercados como España y China.
Sin embargo, la demanda internacional de langostinos ha disminuido, afectando su precio. A esto se suma la apreciación del peso argentino, que al igual que en otros sectores industriales, ha deteriorado la competitividad de las exportaciones pesqueras del país. (InfoGEI)Jd