La Justicia de Azul, en la provincia de Buenos Aires, está investigando un presunto caso de estafa que involucra la compra irregular de 365 cabezas de ganado. Estos animales, que fueron adquiridos por un productor a una empresa consignataria, fueron hallados recientemente en un feedlot ubicado en la localidad santafesina de Berabevú, tras un allanamiento clave para el avance de la causa.
La Plata, 12 Abr (Por InfoGEI).-La denuncia fue presentada por una consignataria de hacienda con sede en Olavarría, que solicitó mantener su identidad en reserva. Según la investigación, el comprador incumplió los pagos correspondientes, provocando un perjuicio económico que ronda los $300 millones. Los animales encontrados pertenecen a 14 productores diferentes, pero como es habitual en este tipo de operaciones, la firma consignataria es la que debe responder legalmente ante cualquier incumplimiento.
Según consigna La Nación, el operativo fue ordenado por la fiscal Paula Serrano, a cargo de la Unidad de Fiscalización Inmediata N°4 de Azul, luego de que la firma afectada presentara la denuncia el 25 de marzo. La maniobra denunciada se habría iniciado en febrero, cuando un cliente habitual realizó cuatro compras en menos de diez días, algunas en remates feria de la Sociedad Rural de Olavarría y otras directamente a la consignataria.
Como el comprador tenía antecedentes comerciales con la firma y había cumplido con pagos anteriores, le emitieron las facturas con el compromiso de abonar dentro de las 48 horas. Sin embargo, el pago nunca se concretó y, tras varios pretextos relacionados con supuestos problemas de salud familiares, el comprador se declaró en concurso de acreedores. Lo llamativo es que sólo incluyó una parte de la deuda en su presentación judicial, omitiendo el resto de los animales adquiridos.
Versión de la Consignataria
Desde la consignataria relataron que, aunque el productor ya estaba en cesación de pagos en enero, en febrero volvió a operar normalmente, comprando más de 360 cabezas de ganado. Apenas adquiridos, los animales fueron trasladados rápidamente hacia Santa Fe, donde luego fueron localizados. Según la fuente, el productor utilizó la documentación de compra como si fuera a llevar los animales a su propio campo, pero al día siguiente ya los había vendido.
Además, señalaron que este mismo productor ya había sido vinculado a una estafa anterior en una operación de compraventa de hacienda por más de 2 millones de dólares, aunque él alegaba que su relación con el principal acusado era solo financiera, argumentando que le había prestado $300 millones.
Omisión de facturas
La maniobra incluía omitir facturas en el concurso de acreedores. El productor declaró solo $180 millones de deuda, cuando en realidad debía $260 millones. Esto habría sido con la intención de aparentar una menor deuda y facilitar acuerdos con otros acreedores.
La firma damnificada explicó que durante varias semanas esperaron el pago confiando en la palabra del productor, quien seguía alegando dificultades personales. “En nuestro rubro, las operaciones se basan mucho en la confianza”, comentaron desde la consignataria.
Responsabilidad del feedlot
Gracias a la colaboración del Senasa, la municipalidad y la oficina de guías, se pudo rastrear el destino de la hacienda, lo que permitió organizar el operativo en Santa Fe.
Durante el allanamiento, el responsable del feedlot declaró que desconocía que los animales habían sido adquiridos sin ser pagados, aunque aún no está claro si actuó de buena fe o si formaba parte del esquema fraudulento.
Animales en resguardo
Los animales, de raza Angus, fueron hallados en su totalidad y debidamente identificados mediante las caravanas y las marcas. Por el momento, el juez interviniente decidió que los terneros permanezcan bajo custodia en el feedlot, ya que no se descarta que el actual poseedor pueda haberlos adquirido legalmente.
La investigación continúa para determinar la responsabilidad del feedlot en la operación y esclarecer si existió connivencia con el productor acusado. Mientras tanto, los terneros están bajo resguardo judicial, a la espera de una resolución definitiva del caso. (InfoGEI)Jd