Por Mónica Galbo.
Lincoln, 02 Jun. (La Marca).- Las arvejas son plantas que pertenecen a la familia de las leguminosas y cuyo nombre científico es Pisum sativum. Si bien esta leguminosa proviene de Asia y Europa, hoy en día se puede encontrar en distintas partes del mundo. Por lo general, esta planta se siembra para utilizar sus granos y vainas como ingrediente para diferentes preparaciones.
Este cultivo puede alcanzar una altura aproximada de 50 cm (variedades de mata baja) e incluso existen variedades que pueden medir hasta un metro.
Si bien podemos cultivar las arvejas en distintas épocas, se recomienda hacerlo durante los meses de otoño (abril-junio) en zonas que son un poco más templadas y templadas frías (Julio-agosto). Yo las inicio desde plantines para llevar un mejor control de la planta.
Dependiendo de la variedad de semillas se espera que inicien la germinación en unos cinco días.
El cultivo se efectúa colocando la semilla en surcos, cada 30 cm y a una profundidad no mayor de 2 cm, la separación entre plantas puede ser de unos veinte centímetros. Teniendo en cuenta que van a necesitar tutores donde la planta se irá estirando, no ocurre esto en la variedad enana.
Por otro lado, cuando las plantas tienen unos 15 cm de altura hay que hacerles un aporque para favorecer la formación de raíces, esto es acercarle tierra al sector inferior de la planta.
En relación a las plagas que pueden afectar este cultivo están los ataques de gorgojos, pulgones e isocas, para lo cual es necesario llevar un buen control de hojas. En los cultivos más grandes pueden darse ataques que destruyen por completo la planta cuando las condiciones climáticas son húmedas, como es el tizón. Este se propaga fácilmente por las semillas, por lo que es importante que estas sean de buena calidad.
Otro aspecto importante es el riego, las arvejas no requieren mucho ni les gusta el encharcamiento, en la primera etapa un riego suave va a alcanzar, después durante la floración y la etapa de las vainas se deberá incrementar el riego.
Para la cosecha, se puede hacer en verde para consumo fresco (a los 90 -120 días de la siembra) o cuando las plantas han terminado su ciclo vegetativo (amarilleo general, la vaina se desgrana fácil) para grano seco, además para guardar las semillas si esta planta resultó óptima.
En la antigüedad, las leguminosas, entre otros alimentos, formaron parte de los primeros cultivos realizados por el hombre, además de haber sido base de la alimentación humana durante siglos.
Tanto las arvejas, como lentejas y garbanzos constituyeron los principales ingredientes de las comidas que alimentaron a la civilización egipcia, a lo que se sumó tiempo después las alubias blancas, procedentes del Nuevo Mundo.
La arveja es uno de los alimentos que mayor cantidad de carbohidratos y proteínas posee por unidad de peso. Además, contiene una buena cantidad de vitaminas y nutrientes muy útiles para la salud.
En su estado natural, es uno de los vegetales más ricos en tiamina (vitamina B1), la cual es esencial para la producción de energía, además de poseer una importante cantidad de proteínas y carbohidratos, siendo baja en porcentaje de grasas, y además es fuente de fibra y vitaminas A, B y C. También se menciona en los estudios que tiene propiedades antioxidantes.
¿Ya tenés sus semillas de arvejas? ¡Buenas siembras!