Ricardo Emir Gorostiza, exdiputado provincial, oriundo de Ramallo, en el norte bonaerense, permanece internado en estado crítico en el hospital IMG de Punta Cana, donde fue ingresado a comienzos de octubre tras sufrir una grave descompensación mientras se encontraba de vacaciones.
La Plata, 30 Oct (Por InfoGEI).-A sus 73 años, Gorostiza enfrenta un cuadro que combina shock séptico, infarto y falla renal aguda, mientras su familia lucha contra la inacción de la justicia y la falta de respuesta de su aseguradora.
Según denuncia su hija, María Eugenia, la empresa Interassist Argentina S.A., responsable de una póliza de viaje con cobertura de hasta 200 mil dólares, se niega a cumplir las medidas judiciales que la obligan a cubrir tratamientos esenciales como la hemodiálisis y las terapias complementarias. Pese a una orden cautelar dictada por el Tribunal del Trabajo N° 3 de La Plata, la familia denuncia que la compañía desoyó la resolución.
El expediente, a cargo de la jueza Silvia Pelossi, se volvió un laberinto burocrático. En lugar de resolver con urgencia el amparo, la magistrada promovió un conflicto de competencia que detuvo el proceso entre distintos tribunales. Luego, al retomar la causa, exigió una “prueba técnico-científica” para autorizar el traslado sanitario en avión, un requerimiento considerado absurdo ante la gravedad del paciente.
Actualmente, el expediente lleva más de 12 días frenado en la Suprema Corte bonaerense, en la Secretaría Laboral a cargo de Analía Di Tomasso, sin respuesta a los dos pedidos de pronto despacho presentados por el abogado de la familia, Diego Cotleroff, el 25 y 28 de octubre.
La burocracia “mata”
Mientras tanto, los familiares se endeudan para afrontar los gastos médicos, que ya superan los 100 mil dólares, e incluso debieron viajar por su cuenta hasta Santo Domingo para conseguir plaquetas, ante la falta de asistencia. “La burocracia está matando a mi padre”, lamentó su hija.
Control de las aseguradoras
El caso Gorostiza revela una profunda crisis en los tiempos judiciales y en el control de las aseguradoras internacionales, donde cada día de demora se traduce en un daño irreparable. Mientras la familia espera una respuesta urgente, la justicia y la empresa continúan sin actuar. (InfoGEI)Ac

